Las despedidas siempre son duras porque tenemos que afrontar un cambio en nuestras vidas. Si la despedida es de un ser querido y de manera definitiva es un proceso doloroso y difícil de gestionar, en ese caso los familiares y amigos afectados precisan del cariño y la empatía de su entorno, para afrontarlo. Las flores les muestran ese acompañamiento y suponen una emotiva despedida